Nuevo Orleáns todavía no se recupera

Originalmente escrito por Gus Woods
10/9/2007

Dos anos después de que el huracán Katrina destruyera a Nuevo Orleáns, convirtiendo a miles de ciudadanos estadounidenses en refugiados, reduciendo la población de la ciudad a la mitad de lo que era antes, inundando el 80 por ciento de la ciudad y aniquilando las infraestructuras por completo, Nuevo Orleáns todavía no se recupera del caos que creó el huracán.

Ahora es una combinación de la ineptitud del gobierno local, estatal, y federal, la falta de presencia de los medios de comunicación para llamar atención a que la situación no estaba mejorando, y la reputación desagradable de Nuevo Orleáns que actualmente perjudica aún más el área que está al borde de fracaso.

Mientras los esfuerzos del gobierno continúan a ser inútiles en el empeño de reconstruir Nuevo Orleáns, la última cosa que deben hacer los ciudadanos de otros estados es darse por vencidos o ignorar los problemas a que se enfrenta la gente de Louisiana y de la costa del golfo de México. Aún en la ausencia del gobierno, ciudadanos comunes todavía pueden ayudar simplemente visitando o gastando dinero en las áreas de Nuevo Orleáns que han sido marginalmente afectadas por la tormenta, para estimular la economía y el espíritu de la cuidad. Hay numerosas organizaciones no gubernamentales y organizaciones sin fines de lucro que aceptan y necesitan voluntarios.

Antes de Katrina, Nuevo Orleáns siempre era una cuidad de ironías. La cuidad era una famosa capital de cultura, el sitio donde se inició jazz en el sur y una fusión de culturas que formaron a la nación. La cuidad también era una destinación popular para estudiantes de la universidad durante las vacaciones de primavera, bien conocido por su celebración ostentosa de Mardi Gras. Al mismo tiempo, Nuevo Orleáns sobresalía por la cantidad de asesinatos que tomaban lugar allí y por la pobreza duradera de la gran parte del la gente. La política en Louisiana era notoriamente corrupta y su sistema de educación pública estaba en ruinas.

Tras la desgracia de Katrina, los medios de comunicación destacaron los problemas de la cuidad, magnificados por la destrucción causada por el huracán. Los medios de comunicación en este país y alrededor del mundo presionaron a los gobiernos de Nuevo Orleáns y Louisiana a tomar acción inmediata pero los esfuerzos por parte de estos gobiernos fracasaron ante el papeleo burocrático y el mal uso de billones de dólares.

Los medios de comunicación documentaron el desastre por el año siguiendo el impacto inicial del huracán. Ahora, dos años después de la catástrofe, las áreas más vulnerables de Nuevo Orleáns, devastadas por el huracán, están todavía en ruinas, su reconstrucción suspendida por la confusión en el capital del estado. El programa "Road Home" ya gastó su presupuesto $8 billones de dólares en reconstruir casas y suponen que tenga una deuda de $4 billones de dólares. De los que huyeron del desastre, 160.000 no han regresado y el 29 por ciento de los residentes actuales podrían mudarse de acuerdo a una encuesta hecha por la Universidad de Nuevo Orleáns.

Aún hoy, se puede hollar las pifias hasta los escalones más altos del gobierno. La Administración de Bush insistió en que el gobierno local, todavía desordenado y debilitado, pagara la misma cantidad que el gobierno federal para los propuestos proyectos de recuperación. Como resultado, menos de la mitad de los presupuestos fondos de la reedificación han sido gastados. Los gobiernos o están gastando poco extraordinariamente, en caso del gobierno federal, o están gastando demasiado imprudentemente, en caso del programa de "Road Home."

Mientras tanto, Nuevo Orleáns se está deteriorando. Fuera del Barrio Francés y los barrios que están cerca del rió Mississippi, la mayoría de la ciudad se está recuperando despacio, si es que en realidad se está recuperando. No se puede abrir los negocios porque hay una escasez de casas y las rentas están demasiadas altas. La población sin hogar ha duplicado desde que la tempestad ocurriera y ocupantes ilegales viven en aproximadamente 80.000 lotes vacíos. Las tropas de la Guardia Nacional y del estado continúan a suplementar la fuerza de policías locales mientras el índice de criminalidad suba.

A pesar del fracaso atroz en intentar a invertir el daño de Katrina, no hay que anular al gobierno. Se debe mandar cartas al congreso y pedirles que hagan todo lo posible para ayudar a la gente que la necesiten en Louisiana y en la costa del golfo, y que crean programas de recuperación que funcionan. Visitando y ayudando como voluntario en Nuevo Orleáns puede beneficiar y mandar un mensaje fuerte sobre la unidad de la gente.

En la tradición del Alamo, "Recuerda Nueva Orleáns" debe ser el lema del país hasta que Nueva Orleáns logre más que la normalidad y llegue a ser aún más habitable que estaba antes de Katrina. Sólo tal resultado podría expiar los fracasos vergonzosos de los dos años pasados.