¿Quién causa tanta alegría? ¡La concepción de María!
English translation below
Durante las vacaciones de invierno, yo viajé a Nicaragua para visitar a la familia de mi madre. Cuando estuve allí, observé la tradición nicaragüense de "la Purísima," celebrado por mi abuela, Vilma López-Mendoza.
Las voces de la gente cantando fuertemente dentro de la casa de Mendoza se pueden oír por todo el barrio. La sala esta decorada de arriba a bajo en papeles de color. En el centro de toda las decoraciónes hay una estatua de la Virgen María, sonriendo dulcemente a los invitados, lista para empezar.
Esta fiesta de la Purísima es muy típica en las casas de Nicaragua. La fiesta ocurre cada diciembre, una costumbre católica del país. El padre José Juarez, un padre de Nicaragua dice que la celebración alaba a la Inmaculada Concepción de la Virgen María de Jesús Cristo. Los nicaragüenses hacen grandes fiestas para honrar este evento, con una estatua de la Virgen María puesta en un altar en frente de todos los invitados. Los invitados se sientan en frente de la Virgen María y allí oran el rosario, pausando entre oraciones para cantarle canciones a la virgen. La alegre ceremonia es muy común y una tradición única de los nicaragüenses.
¿Quién causa tanta alegría?
La tradición de conmemorar a la Virgen María empezó en los años 1700, en la ciudad de León, dice Juárez. "Como católicos de Nicaragua, uno cree firmemente en la Virgen María. Hoy es su día, esta es su celebración."
Hellen Jiménez, del duodécimo grado, reafirma la importancia de este evento para los nicaragüenses. Jiménez ha ido a Nicaragua durante las fiestas de la Purísima para visitar a su abuela que vivé allí, y dice, "Me acuerdo que mi abuela siempre se pone muy alegre cuando va a empezar la celebración. Es muy importante para ella; ella siempre trabaja duro para que su fiesta le vaya bien."
La Virgen María es honrada por los católicos por su concepción de Jesús Cristo sin haber cometido pecado original, según Juarez. "Ella concibió a Jesús, limpia del pecado," dice Juárez. "Los católicos la honran y la celebran por esto."
Su celebración comienza en las cuidadas de Nicaragua el 8 de Diciembre, cuando las iglesias y casas construyen altares con imagines de la virgen. Entonces niños y adultos caminan de casa a casa, cantando en los altares para recibir frutas y caramelos. "Es como lo que los americanos celebran para Halloween," dice Juárez, sonriendo. Después de esta celebración inicial, familias de la comunidad hacen sus fiestas privadas de Purísima. Allí, ellos decoran sus casas para celebrar a la Virgen María e invitan a su familia y amigos. También, las familias preparan canastas de caramelos y refrescos para sus invitados.
En la Iglesia de San Jacinto, esta preparación empieza varias semanas en avance. Por un mes, Mendoza de la Iglesia de San Jacinto ha estado preparando su fiesta de la Purísima, tomando su tiempo para crear una festividad digna de honrar a la Virgen María. "Porque es su día, tienes que tratar de hacer todo lo posible para honrarla apropiadamente," ella explica.
Para hacer esto, Mendoza, como las otras mujeres de su comunidad, ha invitado un grupo de casi 30 personas a su casa. Allí, ella ha transformado su sala de entrada en un pequeño teatro, con una bella estatua de la virgen puesta en el centro. Más de 30 sillas rodean a la virgen, listas para la gente que llegará a rezar y a cantar.
Pero Mendoza no es la única que ha preparado estas festividades-toda su familia se ha unido para ayudarla, como lo hacen todos los años. "Mi hijo arregló la casa, mis hijas hicieron las canastas," dice ella.
Según Juárez, esta unión entre familia es muy típica en la Purísima. "Como la Navidad o el Año Nuevo o cualquiera celebración. Esto nos une a nosotros los nicaragüenses, como familias y como comunidad," él dice. "Es un esfuerzo de grupo."
Aunque algunas familias nicaragüenses no viven juntas, como la de Jiménez, ella dice que también la celebración une a todos los miembros de la familia. "El día de la Purísima, todos nos reunimos en la casa de mi tío para llamar a mi abuela," ella dice. "Allí, le preguntamos como le fue la fiesta. Estamos separados porque ella vive tan largo, pero con esa llamada, nos reunimos por un tiempo para escucharla."
¡La concepción de María!
La celebración de la Virgen María en Nicaragua, dice Juárez, también representa la fortaleza de la religión católica en el país. "Es un ejemplo de que fuerte son las crianzas de nosotros, porque los miembros de nuestra iglesia hacen un gran esfuerzo por honrarla."
En San Jacinto, los esfuerzos de Mendoza han empezado a cansarla. Ella corre de un rincón al otro para servir a sus invitados, tratando de acomodar a los que acaban de llegar. Ya, sus invitados han llenado las sillas que ella había puesto en la sala, pero la hija de Mendoza rápidamente empieza a sentar a la gente que sobra afuera en el porche. En el otro rincón del cuarto, el nieto de Mendoza, Giovanni Callero, ha colocado micrófonos, parlantes y un piano. Sus dedos queden plantados en el piano, listos para empezar a tocar una canción tradicional para su audiencia.
Juárez reclama que todas la Purísimas generalmente funcionan como la de Mendoza. "Alistas tus cosas, tienes a tu Virgen María, tu comida y a tus invitados. Es algo lindo, verdaderamente, y sólo lo encontrarás en la cultura nicaragüense. Todo es tradición," él explica. "La gente ha ido a estas cosas desde su niñez-las canciones y las oraciones son todas familiares porque son tradición," Juárez expresa.
Como esta tradición es tan conocida, un grupo de niños que ni pueden alcanzar a ver a la Virgen en su altar están cantando la canción que Callero toca. Los invitados más viejos aplauden al ritmo, manteniendo la melodía de la canción.
"Entre más alto, mejor," sonríe Mendoza. "Hemos hecho nuestra propia tradición-él que cante mas duro recibe sus caramelos más rápido." La canción continua, más dura, y Mendoza empieza a dar las canastas de caramelo que preparó con sus hijas. Cuando ella esta terminando de repartir las canastas, la música va terminando y la gente deja de cantar. Callero pega el último grito, gozosamente: "¿Quién causa tanta alegría?" Los invitados se ríen y gritan "¡La Concepción de María!"
ENGLISH TRANSLATION:
Over winter break, on the week of Dec. 24th, I traveled to Nicaragua to visit my mother's family. There, I observed one of the most unique and traditional celebrations of the country - a Catholic ceremony called 'la Purisima' that honors the Virgin Mary.
While there, my grandmother, Vilma Lopez Mendoza decided to host her own Purisima party, composed of singing and praying to the Virgin Mary. The voices of her guests singing inside the house could be heard loudly from anywhere in the neighborhood. The living room was decorated from top to bottom in streamers, balloons and ribbons. In the center of all the decor stood a small statuette of the Virgin Mary, smiling benevolently at her guests, enjoying her celebration.
According to priest Jose Juarez of the San Jacinto church in Managua, the celebration commemorates the Virgin Mary's conception of Jesus Christ. Nicaraguans honor the event by hosting large parties, with a statuette of the Virgin Mary fastened on an altar above the guests. Guests proceed to sit in front of the Virgin Mary where they recite 10 Hail Marys in unison, pausing in between prayers to sing hymns in her honor. The jubilant celebration is common in the streets of Nicaragua and core tradition of the country.
Who causes all this joy?
The tradition of commemorating the Virgin Mary began in the early 1700s in the Nicaraguan city of Leon, according to Juarez. "Catholics in Nicaragua believe firmly in the Virgin Mary,” he says. "This is her day, her celebration."
Senior Hellen Jimenez affirms the importance this event is to Nicaraguans. Jimenez, who has visited Nicaragua during the Purisima celebrations, claims, "I remember my grandmother always getting really excited about the celebration and working hard on it. It was super important to her-she'd always work really hard on making her house like decorated to celebrate."
The celebration begins in the cities of Nicaragua the first week of December, when churches and select houses across the country build altars with images of the Virgin Mary. Then, adults and children march from house to house, stopping at the altars and singing for fruits and candy. "It's what Americans do on Halloween," laughs Juarez. After the initial celebration, families host private Purisima parties, where they decorate their homes to memorialize the Virgin Mary and prepare treats for their guests.
In the San Jacinto Church, this preparation begins weeks in advance. An attendant of the San Jacinto Church, Mendoza, has been preparing her Purisima for nearly a month, taking time to make it a true honor to the Virgin Mary. "Because this is her day, you need to try to make everything near-perfect to honor her properly,” she explains. Mendoza, like many women in her community, has invited a group of nearly 30 people to her home. There, she has transformed her living room into a small auditorium, with a lavish ornament of the Virgin Mary placed center-stage. Surrounding her are around 40 chairs that invite ready for guests to sit in and celebrate.
The festivities, however, are not all completely Mendoza's doing-her entire family has pitched in, as they do every year, to create a haven for their friends and neighbors to rejoice. "My son decorated the house; my daughters prepared the gift baskets,” she says.
According to Juarez, this family unison is typical of the Purisima. "Like Christmas or New Years' or any holiday, this brings us Nicaraguans together as families and communities,” he says. "It's a group effort.”
The conception of Mary!
In Nicaragua, Juarez says the celebration of the Virgin Mary in Nicaragua, says Juarez, also reflects the strength of the Catholic religion in the country. "It's an example of how strong our beliefs are, by having the members of our church take such an effort to honor her."
In San Jacinto, the Mendoza's efforts are starting to take a slight toll on her. Mendoza scrambles across the room to serve her guests, accommodating entering visitors. Already, her guests have filled the chairs she has set in her living room, but Mendoza's daughter comes to her rescue and begins to seat people on the porch outside in the balmy Managua air. In a corner of the room, her grandson, Giovanni Callero, and his friend have set up microphones, speakers and a keyboard. Callero's fingers are already poised on the keyboard, ready to lead his audience into a traditional hymn.
Juarez says all celebrations generally function like Mendoza's. "You set up, you have your Virgin Mary, your good and your guests. Really, it's a beautiful thing and you'll only find it in Nicaraguan culture. It's local tradition," he explains. "People begin attending these as children-the songs and prayers are all familiar to Nicaraguans because they're so ingrained."
Already familiar with this tradition, a group of children hardly tall enough to see the Virgin Mary on her altar are already singing to the song Callero is plinking out. Older veterans of the celebration enthusiastically clap along in rhythm, strengthening the melody of the song.
"The louder, the better," grins Mendoza. "We've made our own tradition-the louder you sing, the sooner your treats come." As the song amplifies, Mendoza begins to hand out the baskets of candy and food she and her daughter prepared. As they finish, the singing stops and the music draws to an end. Callero gives the final excited shout: "Quien causa tanta alegría?" asking the audience the traditional question of "Who causes all this joy?" The guests grin knowingly and answer with the traditional response: "La concepción de Maria!"
Julyssa Lopez. Julyssa Lopez is a little (very little) 15 year old junior, but she'll finally be 16 December 21. She isn't in CAP or Magnet, but she is a member of the Hispanic Club, Impact Blair and junior captain of the Pom squad. She loves writing, … More »
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